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miércoles, 24 de noviembre de 2010

DON RESPE Y SU AMIGO RENATO

ESTAMOS TRABAJANDO EL VALOR DE LA AMISTAD Y A PARTIR DE ESTOS DOS PERSONAJE  HEMOS INRODUCIDO UN CUENTO QUE A LOS/AS NIÑOS/AS LES HA ENCANTADO. AQUÍ LO TENEÍS :


"Hubo una vez, hace mucho, muchísimo tiempo, tanto que ni siquiera existían el día y la noche, y en la tierra sólo vivían criaturas mágicas y extrañas, había dos pequeños amigos (Don Respe y Renato) que soñaban con saltar tan alto, que pudieran llegar a atrapar las nubes.
Un día, la Gran Hada de los Cielos los descubrió saltando una y otra vez, en un juego inútil y divertido a la vez, tratando de atrapar unas ligeras nubes que pasaban a gran velocidad. Tanto le divirtió aquel juego, y tanto se rió, que decidió regalar un don mágico a cada uno.
- Renato, ¿qué es lo que más desearías en la vida? Sólo una cosa, no puedo darte más - preguntó al que parecía más inquieto.
Renato, emocionado por hablar con una de las Grandes Hadas, y ansioso por recibir su deseo, respondió al momento.
- ¡Saltar! ¡Quiero saltar por encima de las montañas! ¡Por encima de las nubes y el viento, y más allá del sol!
- ¿Seguro? - dijo el hada - ¿No quieres ninguna otra cosa?
Renato, impaciente, contó los años que había pasado soñando con aquel don, y aseguró que nada podría hacerle más feliz. El Hada, convencida, sopló sobre el reno y, al instante, éste saltó tan alto que en unos momentos atravesó las nubes, luego siguió hacia el sol, y finalmente dejaron de verlo camino de las estrellas.
El Hada, entoces, se dirigió a Don Respe.
- ¿Y tú?, ¿qué es lo que más quieres?
Don Respe, de aspecto algo más tranquilo que el primero, se quedó pensativo. Se rascó la barbilla, se estiró las orejas, miró al cielo, miró al suelo, volvió a mirar al cielo, se tapó los ojos, se acercó una mano a la oreja, volvió a mirar al suelo, puso un gesto triste, y finalmente respondió:
- Quiero poder atrapar cualquier cosa, sobre todo para sujetar a mi amigo. Se va a matar del golpe cuando caiga.
En ese momento, comenzaron a oír un ruido, como un gritito en la lejanía, que se fue acercando y acercando, sonando cada vez más alto, hasta que pudieron distinguir claramente la cara horrorizada de Renato ante lo que iba a ser el tortazo más grande de la historia. Pero el hada sopló sobre Don Respe, y éste pudo atraparlo y salvarle la vida.
Con el corazón casi fuera del pecho y los ojos llenos de lágrimas, el reno lamentó haber sido tan impulsivo, y abrazó a su buen amigo, quien por haber pensado un poco antes de pedir su propio deseo, se vio obligado a malgastarlo con él. Y agradecido por su generosidad, Renato se ofreció a intercambiar los dones, guardando para sí el inútil don de atrapar a su amigo, y cediendo a su compañero la habilidad de saltar sobre las nubes. Pero Don Respe, que sabía cuánto deseaba su amigo aquel don, decidió que lo compartirían por turnos. Así, sucesivamente, uno saltaría y el otro tendría que atraparlo, y ambos serían igual de felices.
El hada, conmovida por el compañerismo y la amistad de Don Respe y Renato, regaló a cada uno los más bellos objetos que decoraban sus cielos: el sol y la luna. Desde entonces, Renato que recibió el sol salta feliz cada mañana, luciendo ante el mundo su regalo. Y cuando tras todo un día cae a tierra, su amigo Don Resp
e evita el golpe, y se prepara para dar su salto, en el que mostrará orgulloso la luz de la luna durante toda la noche."

Y CUENTO CONTADO 
ESTE CUENTO SE HA ACABADO 

Y QUE APLAUDA QUIEN LE HAYA GUSTADO- 




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